No sé si es el cambio de horario, la emoción, o qué, pero me ha dado un insominio de puta ostia. Al principio dormía bien: 7 horas por la noche, 1 de siesta en la tarde siguiendo la tradición local. Pero cómo que se me fue quitando el sueño y dormía solo 3 horas por la noche, y aveces una siesta. Al final bajé a dormir 1 hora por la noche y 1 hora de siesta. Resultó muy práctico, pues se fiestea que te cagas, y además me podía levantar temprano para explorar la ciudad.
Ahora que se me terminó el viaje, que he llegado a mi casa, y ya hasta saqué de la maleta el jamón serrano de contrabando, me veo en el espejo, y hombre, me veo bien mal. Estoy sin afeitar, sucio y con las ojeras más grandes de mi vida. Chaval, me veo tan jodido como el jilipollas de Joaquín Sabina. Al menos comparto su amor por la fiesta en esa maravillosa ciudad.
Pongamos que hablo de Madrid.
No comments:
Post a Comment