En un cuento de Sherlock Holmes, un tipo va donde Sherlock a quejarse de que le robaron un ganso. Sherlock uso su genio deductivo para notar que este incidente poco importante estaba conectado a un robo de joyas carísimas, y logró capturar a los criminales.
Me estaba preparando a cocinar un piñon. Aquí se consiguen plátanos, pero rara vez estan suficientemente verdes para tostones o suficientemente maduros para amarillos. Por alguna razón (quimicos?) se tardan un monton en madurar. Así que, con mi super-visión, los compre hace tiempito y los puse en una bolsita de papel. El lugar más caliente de la casa es mi balcón, asi que ahí los dejé. Ayer los chequié, y concluí que para hoy ya estarían buenos para comerse.
Esta mañana me levante, y con emoción de niño en mañana de navidad corrí al balcón. No estaban. Desaparecieron. Me tumbaron la bolsa con los plátanos. Ni se quien, pq aquí la gente ni sabe que son plátanos.
Necesito a Sherlock Holmes para resolver este misterio.
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2 comments:
No creo que ellos ni sepan que es un plátano. Si los fratties esos vieran esos plátanos afuera con mimes pensarían que es basura.
Un gesto de buena voluntad de los vecinitos que decidieron arreglar la verja y limpiarte la casa. Y claro, se llevaron el mosquero que tenías en el balcón.
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