Un junte para la historia

Ayer una amiga consiguió boletos a un concierto gratuito de Sidestepper. El anfiteatro de la universidad donde fue el concierto no era un local adecuado para la música bailable de este divertido grupo electro-latino de Colombia.

Aparentemente todas las chicas de las historias más patéticas, La Quantum Healer, La Hippie que me usó de butaca y La Apestosa, entre otras, son igual de mordías que yo y estaban todas en este concierto gratis.

La Quantum Healer quería que hablaramos de la famosa película de pseudosciencia What the #$*! Do We (K)now!?

La Hippie se mostró sorprendida y luego incómoda al verme.

La Apestosa ya no apesta.

Mi amiga gozaba de lo lindo al verme tratar de esconderme de ellas, y más aun, finalmente ver algunos de los personajes de mis historias más famosas. Yo en cambio, no me disfruté el concierto; donde quiera que me movía parecía estar rodeado de amistades de algún personaje y el personaje terminaba iendo a verme.

Esta universidad es demasiado chiquita.