Eres único e irrepetible

Hay bacterias que han viajado de polisón a la luna en misiones espaciales. Han sido expuestas al vacío del espacio, y al regresar a la tierra seguían vivas. Hay microorganismos que viven en las fracturas geológicas en el fondo del mar, bajo temperaturas extremas.
Las langostas nunca se ponen viejas, si no que siguen creciendo y creciendo hasta morir por presiones de su ecosistema.
Animales como el tiburón llevan sin cambiar casi nada en millones de años, señal de que están muy bien adaptados su ambiente.
En Japón hay un festival de pueblo donde se honra a los envejecientes. Un estudio reveló que durante los 9 dias del festival la tasa de mortandad entre los ancianos baja abruptamente. Es como si los viejitos con su deseo de vivir pueden extender su vida.

Una de las clases más difíciles de amar en una escuela secundaria con tendencias pseudo-izquierdistas cómo la que yo atendí era la de Historia de Estados Unidos. Sin embargo, hubo un profesor que con su método tan antiguo como los tiburones enseñaba el valor de “El Día de la Dona” desde tiempos antes que la generación de nuestros papas fueran a la escuela. Un profesor que ha sido capaz de extender su vida para sembrar en cada uno de sus estudiantes el amor por el discurso “I Have a Dream”. El combinaba la constancia de los fenómenos geológicos con la emoción del sueño del Estado 51. Fue un profesor que sobrevivió viajes en guagua pública desde Fajardo con sólo un característico hedor.

Si sabes noticias o rumores acerca de el viejito que nos convenció a todos que éramos únicos e irrepetible, por favor cuentanos de ellas.


(Esta imagen es la digitalización de un cuneiforme datado a 1034 A.C. usando técnicas isotópicas.)