Los campos de Guaynabo City se han ido reduciendo gracias al maravilloso progreso. El monte que yo exploraba los sabados, con mi nuchaco de tubo PVC que usaba para sistematicamente matar hortigas, epues ese monte se lo llevo hace años un tractor. La quebrada donde crecian esas hortigas existe escondida debajo de una montaña de tierra que esta a su vez debajo de la carrtera nueva. La quebrada espera por unas lluvias fuertes para reclamar lo suyo y llevarse la carretera con tó.
Pero, con mas impacto simbólico que ambiental, parte del monte del barrio fue reclamado como "Reserva Ambiental" para el uso del eco-turismo. Y con el eco-turismo vino la compañía que pone Zip-Lines en Costa Rica.
Los Zip-Lines, o tambien se le llama Canopy, son una lineas de alta tension de nylon amarradas a lo largo de la "jungla" y que uno recorre de un lado a otro usando poleas y la gravedad. Los Zip-Lines del barrio todavia no se han promocionado al publico general, solamente a algunos cruceros de gringos, pero poco a poco se seguiran desarrollando para admitir mas gente, nos dijeron los empleados.
Varios de los empleados son de Guaynabo City mismo, y hasta del barrio, gracias a un subsidio del
Guaynabo City Mayor. Fue muy entretenido hablar con ellos de todo el asunto, y ellos agradecian que no eramos gringos. La plática más interesante fue con un empleado, llamemoslo Hortencio, que esta digamos en sus 40s o 50s. Le pregunte de cómo consiguió el trabajo, y empezó con el
disclaimer de "Es una historia complicada."
El padece de
culebrilla, un virus familia de la varicela. Era muy comun en los campos de Puerto Rico;
Papitito, entre otros celebres personajes barrio, tenía la condición. El síntoma más comun es un dolor en algunos los nervios: el virus ataca ciertas neuronas, y la gente lo siente como una presion, corriente, o una culebra que se mueve por debajo de la piel. La culebrilla no tiene cura, eso esta cabrón.
En un ataque particularmente fuerte de culebrilla, Hortencio cuenta que se sintió confundido con la presión en el nervio de la cara, y vio un camión estacionado que penso era de servicios médicos. Fue, se puso en fila, lleno unos papeles, y se sintió tan mal que decidió no esperar más por ayuda médica e irse a su casa. Par de semanas despues lo llamaron los del camión, que resulto no ser de servicios medicos ná, si no de reclutamiento. Le estaban ofreciendo trabajo en los zip-lines que abririan pronto en el barrio! El no tenia idea que eran esos zip-lines, pero si sabía que su condición médica le afectaba su trabajo de camionero. Así que sin pensarlo, aceptó el puesto.
El Señor obra por caminos misteriosos.
Hortencio interrumpio mi silencio contemplativo: "Quieres saber como se me curó la culebrilla?" susurró con mirada paranóica. Luego de una pausa, "Unos extraterrestres vinieron una noche, me metieron unas cosas ahí, y me cambiaron cuatro cables de un hemisferio al otro" dijo suavemente, mientras se señalaba las partes del cerebro que fuero afectadas por los cirujanos interplanetarios.
Eso está bien.